En Remedios, Antioquia, dos jóvenes policías demostraron que la vocación de servicio no tiene horario ni uniforme
Por: Redacción el Qhubo/Periodista Jhisús Chacín
A plena luz del día, el pasado 25 de abril, un ataque armado sacudió la estación de Policía del municipio de Remedios, en el nordeste antioqueño. Lo que parecía una jornada normal se transformó en un enfrentamiento directo contra estructuras del Clan del Golfo, en el marco del llamado “plan pistola”, una ofensiva criminal que ya deja 28 policías asesinados en el país. Pero en medio del caos, emergieron dos figuras inesperadas, las patrulleras Valentina Meza Carranza y Yesica Paola Guidao Roldán, quienes, aun estando fuera de servicio y en pijama, no dudaron en defender a sus compañeros.
El reloj marcaba las 10:15 a. m. cuando dos hombres vestidos de negro se acercaron a la estación y lanzaron una granada de fragmentación. Tres uniformados resultaron heridos por la explosión. En ese momento, Guidao y Meza, sin tiempo para cambiarse ni pensar en protocolos, tomaron sus armas, se protegieron con chalecos antibalas y salieron a repeler la agresión. “No sentimos miedo, sabíamos que teníamos que actuar”, dijo Guidao durante la ceremonia de condecoración. Calzadas con chanclas y armadas con coraje, las dos mujeres no solo enfrentaron a los atacantes, sino que también auxiliaron a los compañeros heridos en medio del caos.
Estación de policía de Remedios Antioquía, fue atacada por 2 paracos en moto del Clan Paracouribista del Golfo.
— 🇷🅾️🇲🅰️🇳 🅾️🇸🇰🇾 (@Romanosky_PH) April 25, 2025
En la reaccion la policía abatió a los 2 sicarios.
3 de los policías sufrieron heridas. pic.twitter.com/rPtzkWwza0
Este acto de heroísmo fue reconocido el 30 de abril con la medalla Atanasio Girardot, entregada en un acto solemne en la sede de la Gobernación de Antioquia. Durante la ceremonia, también fueron condecorados otros miembros del Ejército y la Policía, incluyendo soldados, patrulleros y sargentos que han participado en operaciones contra el crimen organizado en la región.
El evento fue presidido por el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quienes expresaron su respaldo incondicional a las fuerzas del orden. “Ante el abandono del Gobierno nacional, en Antioquia arropamos a nuestros soldados y policías”, expresó Rendón, subrayando la necesidad de respaldo institucional en un contexto de creciente violencia.
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Hoy, en compañía del alcalde @FicoGutierrez, entregamos la Medalla Atanasio Girardot a Soldados y Policías que son ejemplo de servicio, sacrificio y valentía. Honramos el valor que llevan en su corazón para protegernos a todos, para combatir el crimen y el delito. Su causa es la… pic.twitter.com/uod1VM6jXj
— Andrés Julián (@AndresJRendonC) May 1, 2025
El caso de la patrullera Yesica Paola Guidao tiene un componente simbólico aún más profundo, es integrante de la comunidad indígena wayuu, y llegó a la institución policial hace apenas dos meses, después de recorrer 800 kilómetros desde La Guajira para cumplir su sueño de servir. Su historia se convirtió en uno de los momentos más emotivos del homenaje.
Este episodio, cargado de valentía y sentido del deber, se enmarca en un contexto donde la criminalidad organizada continúa desafiando al Estado. Sin embargo, hechos como el protagonizado por Guidao y Meza evidencian que, más allá del uniforme, hay un compromiso inquebrantable con la vida, la justicia y el servicio público.
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