Mujeres en Medellín aprenden estuco y pintura para abrirse paso en oficios masculinizados

La estrategia, liderada por la Secretaría de las Mujeres con apoyo del SENA y la Fundación Para Construir, busca impulsar la autonomía económica y derribar estereotipos de género en la construcción.

En Medellín, un grupo de mujeres está desafiando los estereotipos de género al capacitarse en estuco, pintura y mampostería, oficios que tradicionalmente han sido desempeñados por hombres. A través de esta formación, las participantes no solo adquieren competencias técnicas para vincularse al mercado laboral, sino que también fortalecen su autonomía económica y su capacidad de liderazgo.

El proceso hace parte de la Alianza para la Igualdad de Género, una estrategia impulsada por la Secretaría de las Mujeres de Medellín, en articulación con el SENA y la Fundación Para Construir. El propósito central es brindar herramientas prácticas y personales que permitan a las mujeres acceder a oportunidades laborales en sectores donde su participación ha sido limitada.

La formación incluye tanto el aprendizaje de técnicas aplicadas en la construcción como el manejo de herramientas y materiales. Sin embargo, no se limita a lo técnico: también ofrece talleres en confianza, liderazgo y proyección personal, que buscan reforzar la seguridad de las participantes a la hora de enfrentar un entorno laboral históricamente dominado por los hombres.

De acuerdo con las autoridades locales, este tipo de iniciativas se enmarca en el compromiso de la ciudad por promover la equidad de género y reducir las brechas que persisten en el acceso al empleo. La capacitación busca que las mujeres puedan no solo desempeñarse en obras de construcción, sino también emprender proyectos propios en el área, generando ingresos estables para ellas y sus familias.

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Cada brocha y cada aplicación de estuco representan más que la transformación de una pared: simbolizan la posibilidad de construir un camino hacia nuevas oportunidades. “Lo que antes parecía lejano ahora está al alcance de mujeres que se atreven a romper prejuicios culturales”, señalaron voceros del programa durante la presentación de los avances de la estrategia.

El proyecto también se proyecta como un ejemplo replicable en otras regiones del país, al demostrar que la capacitación integral y el acompañamiento institucional pueden abrir espacios de inclusión en sectores productivos que hasta hace pocos años eran vistos como exclusivos de los hombres.

Con estas acciones, Medellín reafirma su compromiso con la justicia económica y la inclusión laboral, apostándole a un futuro en el que el talento y la capacidad no estén determinados por el género, sino por la preparación y la determinación de quienes buscan un lugar en el mercado.

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