La eliminación de dos murales en Medellín ha generado una fuerte polémica entre colectivos artísticos, políticos y la ciudadanía. En respuesta, la Personería Distrital inició un proceso de vigilancia administrativa contra la Alcaldía para esclarecer las posibles irregularidades en el borrado de las obras.
Los grafitis en cuestión incluían frases como “Nos están matando” y “Las cuchas tienen razón”, las cuales tenían un profundo contenido social y político. El primero, ubicado en la avenida Paralela, cerca de la estación Acevedo del Metro, fue creado durante el Paro Nacional de 2020 en memoria de líderes sociales asesinados. Tras ser borrado, los artistas intervinieron el muro nuevamente con la frase: “El arte no se calla” y retratos de figuras icónicas como Débora Arango y Jaime Garzón.
El segundo mural, en el deprimido de la Terminal del Norte, rendía homenaje a Margarita Restrepo, una madre que busca a su hija desaparecida durante la operación Orión en 2002. También incluía una crítica política con la imagen de Álvaro Uribe y la frase: “Yo di la orden”. Ambos murales fueron eliminados nuevamente por órdenes municipales, desatando reacciones de rechazo.
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La alcaldía argumentó que los murales no contaban con los permisos necesarios, postura defendida por el concejal Andrés Rodríguez, conocido como “El Gury”, quien lideró la acción de repintar las paredes de gris. Sin embargo, colectivos artísticos han denunciado que las decisiones afectan la libertad de expresión y buscan censurar mensajes críticos hacia el Estado y los sectores políticos.
El alcalde Federico Gutiérrez aseguró que, aunque respalda el arte urbano, su administración prioriza mantener una ciudad “limpia y ordenada”. Por su parte, el secretario de Cultura, Santiago Silva, afirmó que se busca pintar 30.000 metros de murales autorizados en la ciudad.
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Mientras tanto, la mesa Graff, que agrupa a grafiteros locales, fue convocada para buscar soluciones al conflicto. Este caso también ha captado la atención del presidente Gustavo Petro, lo que subraya su relevancia en el debate sobre la protección de la memoria y la libertad de expresión en el espacio público.
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