Con engaños llegaron dos comerciantes de Boyacá a Cali para terminar un negocio cuando fueron secuestrados en el municipio de Jamundí.
Luego de ser engañados por personas inescrupulosas, dos comerciantes de Boyacá que llegaron al departamento vallecaucano fueron secuestrados en Jamundí, es por ello, que en las últimas horas tras un operativo del Ejército Nacional se logró la liberación de estas dos personas.
Según indican las autoridades, el Gaula Militar del Valle ejerció presión para que los delincuentes cedieran y se diera la liberación.
“El Ejército Nacional logró la libertad de dos comerciantes que habían llegado a Cali para realizar un negocio, pero fueron secuestrados. Ellos llegaron el 2 de junio para cerrar un trato que habían hecho en redes sociales para la compra de maquinaria amarilla, sin embargo, se dio ese desenlace”, señalaron voceros del Gaula Militar del Valle.
Una vez se registró este hecho, los secuestradores exigían una suma de dinero que alcanzaba los 200 millones de pesos para la liberación de los comerciantes. Sin embargo, ante la presión que ejercieron las autoridades, esta cifra fue disminuyendo con el paso de los días, hasta que se dio la liberación.
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El rescate.
Los comerciantes duraron cerca de seis días secuestrados en el municipio de Jamundí.
“Se desarrolló una operación para localizar a los dos ciudadanos, una vez se dio su rescate ellos pudieron contactarse con sus familiares. El Ejército Nacional continúa trabajando de manera contundente contra los flagelos de la extorsión y el secuestro, hechos que representan una clara violación de los derechos humanos”, puntualizó el vocero del Ejército.
Además, realizaron la invitación a las personas a denunciar ante la línea 147 cualquier tipo de situación delictiva, con el fin de contrarrestar la violencia en el departamento.
Otras liberaciones en Jamundí.
Las autoridades lograron el rescate de un joven que habría sido secuestrado por tres hombres pertenecientes a las disidencias de las Farc del frente ‘Jaime Martínez’.
De acuerdo con las investigaciones, los hombres citaron al joven en zona rural del Municipio de Candelaria, para negociar la venta de un vehículo. De esta manera, al acudir al lugar, los tres hombres lo secuestraron y lo trasladaron hasta una cabaña en la zona alejada de la ciudad con el fin de evitar las acciones operativas y los controles policiales.
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Seguimiento a la familia del joven
En la investigación, se pudo conocer que estos delincuentes ya le habían hecho un seguimiento a la familia de la víctima. Horas después fue reportado como desaparecido ante la Fiscalía y las autoridades iniciaron la búsqueda. Sin embargo, los delincuentes pedían 3.000 millones de pesos por su liberación.
“Al tercer día se comunican los secuestradores exigiendo esta cantidad de dinero, empezamos la búsqueda y desplegamos todas nuestras capacidades y esto nos permite ubicar al joven sano y salvo. Fueron capturadas tres personas”, fueron las palabras del general Daniel Guadrón, comandante Policía Cali.
Cabe anotar que estos tres hombres ocultaban realmente su procedencia y vínculo con las disidencias de las Farc en su estructura ‘Jaime Martínez’. Razón por la cual, se hacían pasar por una banda delincuencial del ‘Cartel del Valle’
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La situación es preocupante en Jamundí
Un líder social que por razones obvias omite su identidad, afirma que así el Ejército logre hacer presencia, la columna disidente Jaime Martínez, que es quien opera en esta región.
Una fuente consultada por SEMANA lo reafirma: la columna Jaime Martínez es la única ley en la zona montañosa de Jamundí, dictan las normas sociales y son dueños de los extensos sembradíos de coca. También, de los laboratorios y las rutas para sacar la cocaína por la región del Naya hasta Puerto Merizalde, Pacífico vallecaucano, o López de Micay, Pacífico caucano.
Con lista en mano, citan a reuniones de los diferentes gremios campesinos y cultivadores de coca y les dan una señal clara: cuando el Ejército quiera incursionar con operaciones fantasmas en la zona, deben salir a bloquear el paso y hacer cordones humanos.
Ante esto, las Fuerzas Militares pierden toda posibilidad de maniobra. “Aquí no es que la gente quiera participar, es que le toca. No son gratis los recientes asesinatos de presidentes de Juntas de Acción Comunal, líderes campesinos y gremiales… Los han matado porque en algún momento les dijeron que no a las disidencias“.}
