Terror con drones en el Cauca: ataques explosivos azotan estaciones de Policía y generan desplazamientos

En menos de 48 horas, los disidentes de las Farc intensificaron su ofensiva en el Cauca utilizando drones cargados con explosivos. La población vive atemorizada tras los ataques en Cajibío, Piendamó y Morales.

La violencia en el departamento del Cauca parece no dar tregua. Durante el Domingo de Ramos, mientras los habitantes del municipio de Cajibío finalizaban sus actividades religiosas, explosiones lanzadas desde drones estremecieron el casco urbano. Los artefactos, dirigidos por disidencias de las Farc, fueron lanzados contra la estación de Policía, generando caos, temor y desplazamientos entre la comunidad.

Según testimonios recogidos por medios locales, los drones sobrevolaron durante varias horas antes de descargar su carga explosiva. “Salíamos de la iglesia cuando uno de esos morteros cayó a un lado de nosotros. Tuvimos que correr y buscar una casa para escondernos”, relató un comerciante que presenció el hecho y pidió mantener su identidad en reserva. La escena se repitió en varios puntos del pueblo, donde los uniformados intentaban repeler los ataques disparando contra los drones, mientras los ciudadanos huían despavoridos.

Este no ha sido un caso aislado. Entre el viernes 11 y el sábado 12 de abril, los municipios de Piendamó y Morales también fueron blanco de ataques similares. En Piendamó, los explosivos lanzados desde drones impactaron el techo de la estación de Policía, en pleno centro del municipio, muy cerca de los templos donde se celebraban misas. En Morales, un uniformado resultó herido tras el ataque, elevando la alarma por el aumento en la intensidad y sofisticación de las acciones armadas.

Las consecuencias han sido inmediatas, decenas de familias y comerciantes han abandonado sus viviendas, desplazándose hacia Popayán en busca de refugio. El temor a nuevos ataques ha sembrado un ambiente de incertidumbre generalizada, especialmente en zonas donde ya existe una débil presencia estatal.

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Estos ataques revelan una preocupante escalada en el uso de tecnología armada por parte de grupos irregulares, lo que representa un nuevo desafío para las autoridades, que ahora deben enfrentar una modalidad de guerra no convencional. Aunque no se han reportado muertes, el saldo psicológico y social es evidente, iglesias vacías, comercios cerrados y calles silenciadas por el miedo.

Mientras tanto, la comunidad exige presencia estatal efectiva y medidas de protección que garanticen su seguridad. La situación en el Cauca se mantiene tensa, y se espera que en las próximas horas se emitan pronunciamientos oficiales desde el Ministerio de Defensa y la Gobernación del Cauca.

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