Clara Luz Roldán y Jorge Iván Ospina tomaron decisiones diferentes con respecto a las medidas restrictivas del 20 de julio, donde se amenaza con nueva jornada de manifestaciones en la región.
La gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, se distancia claramente del alcalde de Cali Jorge Iván Ospina en la toma de medidas para afrontar una nueva jornada de protestas este martes 20 de julio.
Frente al clamor de los vallecaucanos de marchas pacíficas y legítimas sí, pero no más bloqueos, no más vandalismo, no más destrucción de los bienes públicos; Clara Luz decretó desde el lunes 19 y hasta el miércoles 21 de julio, el Toque de Queda y la Ley Seca.
Con estas mediadas busca respaldar las preocupaciones del Ministerio de Defensa, de la Policía y del alto Gobierno, que tienen motivos para creer que fuerzas oscuras quieren aprovechar estos movimientos sociales para atacar la institucionalidad y a la población civil.
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Contrario al alcalde Ospina que no solo desestima las medidas sino que en forma velada cuestionó la decisión de Roldán, lo que generó que esta expresara públicamente en las últimas horas su distanciamiento de la postura de su colega el alcalde.
La gobernadora sostiene su respeto a las marchas y protestas pacíficas, las reconoce, pero ante la amenaza de nuevos desmanes, y atendiendo el clamor de los ciudadanos, decidió implementar el toque de queda y la ley seca en 42 municipios del Valle, pero mira con preocupación la situación de vulnerabilidad de Cali.
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De esta forma se plantea un claro distanciamiento entre la gobernadora Clara Luz Roldán y el alcalde Jorge Iván Ospina en torno al manejo de la seguridad de la región, y al respaldo que pide la inmensa mayoría de los caleños y vallecaucanos para garantizar sus derechos a la vida, la seguridad, la movilidad y el trabajo.
