Crear conciencia de que los perros son más que animales para estar en casa o cuidar un negocio, es el trabajo que realiza un grupo de moteros
Gafas, cascos y hasta medias térmicas hace parte de los accesorios que lucen las mascotas en cada viaje que realizan.
Los perros que acompañan este grupo de 40 personas en Cali son en su mayoría de raza criolla, aunque también existen otros como Lobos Siberianos o Golden Retriever, que se han unido a la manada y que hoy conforman más que una familia.
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El grupo que se encuentra a nivel nacional, nació de la idea de dos amigos. Fue así como @perros_motoviajeros empezó a crecer y se convirtió en tendencia.
“En Cali está el grupo que tiene más presencia y más actividades. Siempre nos reunimos y llevamos alimentos a las fundaciones donde hay perros y gatos. Somos moteros de corazón que aman a sus mascotas. Nos hemos juntado para crear conciencia que se puede viajar con los perritos, que no hay que dejarlos en casa, no hay que botarlos, porque son parte de la familia. Ellos se pueden llevar en una moto y si es el caso ésta se puede adaptar”, comentó su creador, Baner Cardona Acevedo.
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Cabe mencionar que cada familia tiene su propia historia con el perro que decidió adoptar.
Pero en el caso de Baner, su perro de tres años de edad llamado Firulays, se ha convertido en una terapia y hasta en un salvador de vida. Este canino lo ayudó a salir de muchos problemas emocionales.
“Como no tengo hijos y mi esposa vive en otro país, me recomendaron adoptar un perro y así lo hice. Se convirtió en mi mejor compañía, pues me ha enseñado a tener más responsabilidad, a estar más pendiente, como si prácticamente tuviera un hijo. En mis problemas de ansiedad siempre esta allí, y desde que estoy con él nunca me he sentido solo”, contó.
Gratos momentos
Los esposos Brayan Arce y Paola se unieron desde hace dos meses al grupo, aunque con sus perros llevan rodando dos años.
Empezaron a viajar con Dante desde que era muy pequeño y hoy ya tiene tres años. Luego llegó Floky, y hoy son un gran equipo de viajeros.
“Les encanta salir a pasear, van felices y tranquilos, les dicen ‘moto’ y ellos ya están buscando el casco para montarse. Los dos son criollos y por ahora son nuestros hijos, porque sí estamos pensando en tener familia y ser un equipo más grande”, dijo Paola.
Situación similar es la que vive Saily y su esposo, quienes tienen cuatro lobos y los turnan para rodar.
“La experiencia es genial, ellos aman andar en moto, no pueden escuchar el motor porque de una se quieren subir. Le hemos ido consiguiendo de a poco sus gafas, cascos y siempre van bien agarrados de nosotros para que no se vayan a caer. Nunca nos ha pasado nada malo porque siempre conducimos con mucha precaución, mantenemos una distancia prudente de vehículos y motos”, señaló.
Alejandra y Horlin Calderón son los papás de Horus, el perro más grande de toda la manada.
Conocieron del grupo cuando realizaron un viaje de Bogotá hacia Cali y vieron a Baner rodando con Firulays y su tráiler.
Su perro empezó a viajar con ellos cuando tenía tres meses, pero hoy ya son 22 kilos y 50 centímetros de altura los que les impedían seguir esforzándose.
“Lo llevaba en las piernas, pero llegaba con morados, entonces pensando en la comodidad del perro y de nosotros decidimos adaptarle un trailer”, sostuvo Alejandra.
Mientras que Horlin resaltó que ahora están más tranquilos porque viajan con él. “No lo tenemos que dejar con otra persona y sabemos que está bien al lado de nosotros, disfrutando”, puntualizó.
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— Q'hubo Cali (@QhuboCali) May 15, 2023
