En pleno toque de queda autoridades intervinieron una fiesta que contaba con la presencia de más de 50 personas en Palmira.
En medio de música, licor, baile, sin tapabocas y sin distanciamiento algunos palmiranos estaban disfrutando de una fiesta en una discoteca clandestina pese a las medidas impuestas en el municipio por el incremento de contagios de Covid-19.
Esta reunión terminó luego de que las autoridades hicieran presencia en lugar tras recibir una llamada de un vecino que se aquejaba por la irresponsabilidad de dicho evento.
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“Por información de la comunidad y por las redes sociales, se observó la queja por una fiesta que estaba realizando mucho ruido muy cerca a la cárcel de Palmira. Nuestras unidades llegaron y ubicaron una vivienda de tres pisos sin ningún tipo de letrero; sin embargo, en el primer y segundo piso se había acondicionado una discoteca con bar y mesas”, indicó el coronel German Manrique, comandante del Distrito de Policía de Palmira.
En medio del operativo, en el establecimiento se encontraron decenas de manillas contramarcadas que al parecer se entregan a los clientes. Durante la inspección las autoridades pidieron a los asistentes el documento de identificación, sin embargo, la mayoría aseguraron que lo habían dejado en sus casas.
Esto no fue impedimento para que todas las personas que estaban en el sitio recibieran un comparendo por violar el toque de queda.
Asimismo, “el dueño del lugar deberá presentarse a un inspector de Policía donde le deben imponer otra sanción, no por incumplir el toque de queda, sino por no contar con los permisos para ejercer dicha actividad económica en ese lugar”, añadió el coronel.
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