Las autoridades señalaron como positivo el balance general de la lay seca y el toque de queda, que rigieron durante el fin de semana para controlar la expansión del Covid-19 en Cali. Según cifras, los actos de indisciplina se redujeron en 72%.
La Secretaría de Seguridad y Justicia entregó el balance de lo que fue un fin de semana con ley seca y toque de queda. En este se destacó la reducción de las intervenciones a aglomeraciones; no obstante, se alertó sobre el traslado de las fiestas a los hogares y el desacato a las normas por parte de los jóvenes.
Según el secretario Carlos Rojas, se impusieron 650 comparendos, en 144 fiestas y se intervinieron 350 casas por reuniones no autorizadas. De acuerdo a su relato, en estos lugares "había personas sin los elementos de bioseguridad".
Asimismo, la Policía reportó 20100 llamadas al 123. Aunque el número parece elevado, las autoridades explicaron que muchas se deben a hechos que no ocurrieron, repetidos o solicitud de información.
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Por eso, se atendieron 7150 casos de prioridad; entre estos hubo 817 riñas, de las 295 eran por violencia intrafamiliar.
Aunque según Guillermo Londoño, subsecretario de la Política de Seguridad, la reducción de cifras en comparación con otros fines de semana es del 72%, para Rojas aún falta compromiso de la ciudadanía.
Este resultado nos dice que todavía nos falta un recorrido importante. Que falta todavía desarrollar mucha sensibilidad ante el tema del autocuidado", señaló Rojas.
Esto, principalmente en las reuniones familiares, que para el Secretario de Seguridad hoy son el foco de atención para evitar el contagio comunitario.
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La fiesta se entra a la casa
Guillermo Londoño indicó que varias de las aglomeraciones que intervinieron se dieron dentro de los hogares. Una de ellas, la más llamativa, ocurrió en Villa Catalina, donde 200 jóvenes se enfrentaron a la Policía cuando intentaba intervenir una casa donde había una fiesta con menores de edad.
Para Carlos Rojas, a pesar de que es positivo que las fiestas ya no se hagan en espacio público, es preocupante el traslado que se ha generado hacia el interior de los hogares.
Este es más delicado, porque es más íntimo y es dentro de casas, con primos, hermanos, tíos, padres. Ahí empieza a generarse el efecto que estamos tratando de controlar: el contagio comunitario", dijo Rojas.
El riesgo de contraer Covid-19 es mayor en este tipo de reuniones, pues "como estamos en espacios de familiaridad, nos sentimos en confianza y olvidamos los protocolos de bioseguridad", explicó el secretario.
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Por último, las autoridades siguen en alerta con los jóvenes, pues son quienes más incumplen las medidas instauradas por la Alcaldía, como la ley seca y el toque de queda.
"Las personas de 14 a 28 años son las que menos responden a esto. Por eso nos encontramos jóvenes retando a la autoridad, transportando licor, jugando fútbol o muy distantes de la responsabilidad en meido de la crisis", alertó Carlos Rojas.
El secretario recordó la importancia de protegerse y aclaró que "no se trata de poner multas, sino de ser conscientes del riesgo. Necesitamos a la comunidad conectada en estas cuatro o cinco semanas del pico de la pandemia".
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