Tiran animales muertos al mar de San Andrés para atraer tiburones


Desconocidos están realizando una actividad ilegal y peligrosa en las playas de San Andrés, arrojando animales muertos al mar para atraer tiburones y que estos se acerquen a las zonas de bañistas y de buceo del archipiélago.

La práctica de arrojar animales muertos para atraer tiburones es irresponsable y está generando un riesgo tanto para la fauna marina como para la vida humana.

Las autoridades ambientales de San Andrés emitieron en agosto de 2022 una resolución que prohíbe cualquier tipo de actividad de cebado o alimentación de peces, tiburones y rayas, así como la manipulación de estas especies, pero algunos están incumpliendo esta medida.

"La gente se queja cuando ven tiburones en el agua, pero ellos viven ahí, siempre han estado allí y nuestro deber es protegerlos. Son las malas prácticas las que generan que estos animales se aproximen a las zonas de bañistas", afirmó Nacor Bolaño, coordinador de áreas protegidas de Coralina.

Tiburones en San Andrés

En San Andrés conviven alrededor de 30 especies de tiburones y rayas, entre ellos el tiburón tigre y el oceánico de puntas blancas, que suelen ser hasta más grandes que el hombre. Por lo tanto, es importante mantener la distancia con ellos y evitar cualquier tipo de contacto. "El llamado es a minimizar estas malas prácticas para evitar este tipo de contacto entre los bañistas y animales como tiburones", agregó Bolaño.

Las autoridades intensificaron los controles para evitar que se repita el caso ocurrido en la isla de San Andrés en marzo de 2022, cuando un turista italiano murió tras ser mordido por un tiburón tigre. El turista se encontraba haciendo buceo en una zona no permitida y sin la debida precaución. No obstante, este hecho fue un llamado de atención para las autoridades, quienes han estado trabajando en conjunto con los prestadores de servicios turísticos para informar y concientizar a los visitantes sobre la importancia de respetar las normas y medidas de seguridad para evitar situaciones lamentables.

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En este sentido, el gobierno local ha hecho un llamado a los turistas y visitantes a disfrutar de las bellezas naturales de San Andrés de manera responsable y sostenible. "En San Andrés queremos que el turismo sea una actividad responsable y sostenible, que contribuya al desarrollo económico y social de nuestra región, pero siempre respetando el medio ambiente y las normas que protegen nuestra fauna y flora marina", afirmó el gobernador del departamento archipiélago.

Es necesario recordar que los tiburones son animales esenciales para el equilibrio ecológico del océano y que, a pesar de que se han registrado algunos incidentes con bañistas en San Andrés, estos son casos aislados y no representan una amenaza para el turismo en la región. Por el contrario, la presencia de tiburones y otras especies marinas en las playas de San Andrés es una muestra de la biodiversidad y riqueza natural de este destino turístico colombiano.

En conclusión, la actividad de arrojar animales muertos al mar para atraer tiburones en San Andrés es una práctica ilegal y peligrosa.

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En San Andrés están tirando perros como carnada

Las autoridades capturaron a una persona que lanzó un perro a los tiburones que merodeaban en la orilla; estas prácticas explicarían la presencia del tiburón que mató al turista. El hecho ocurrió el pasado agosto del 2022.

tiburones

Gracias a un video que circulaba en redes sociales, las autoridades capturaron a un hombre que lanza un perro atado de patas a unos tiburones que estaban en la orilla en San Andrés.

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El sujeto se encontraba en la zona de arrecife, donde tenía a la mascota muerta con el que estaba “presuntamente cebando a tiburones”, informó la Corporación Coralina.

De acuerdo con expertos, eso lo harían con el objetivo de extraerle a los tiburones las aletas y el aceite para su posterior comercialización.

Estas malas prácticas no solo altera las condiciones naturales de la biodiversidad marina, sino que además, pueden atraer animales potencialmente peligrosos hacia la costa, con incidencias directas en el turismo, en la seguridad de las personas y en acciones represivas contra animales protegidos, que están en su hábitat natural, reiteró la Institución.

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