Un ambiente muy cálido fue el que se respiró ayer a lo largo de la Ciclovida que termina en el Ingenio, pues los padres se llevaron a este espacio a sus herederos, para divertirse en una mañana gris.
Sobre la Calle 16, entre Carreras 39 y 83, los niños fueron los que brillaron y de qué forma.
A pesar del largo recorrido, los chiquitines no se arrugaron y en patines o bicicletas, rodaron por esta vía para llegar hasta el Parque de El Ingenio, en donde los juegos infantiles, que pone al servicio la organización de la Ciclovida, los esperaban.