La Corporación Sicoin CO2 es un grupo que se ha dedicado a temas relacionados con el impacto que tiene el deterioro ambiental en diferentes departamentos de Colombia. Su trabajo se centra en realizar actividades para ejecutar proyectos ambientales para un desarrollo más limpio.
Esta entidad inicia su trabajo en el 2016 cuando el mercado de carbono estaba poco explorado en todas las ramas de la ejecución de los proyectos ambientales, para poder obtener certificado de carbono.
Andres Cardona, CEO de la Corporación Sicoin CO2, aseguró que “el eje de este trabajo es que los propietarios de los terrenos que van a ser intervenidos en el país, cuenten con toda la documentación legal que los certifique como dueños de los predios”.
Los bonos de carbono se utilizan para compensar las emisiones de gases de efecto invernadero generado por la actividad industrial de algunas empresas.
“De esta manera, Sicoin CO2 inicia los recorridos a nivel nacional, con el objetivo de llegar a los campesinos, resguardos indígenas y afrodescendientes para que tuvieran a su nombre predios en las zonas rurales del país”, informó Cardona.
Fue así, como se creó el programa de Desarrollo Agroforestal Integral, DAI, con el fin de unificar la verificación , certificación y estudio de áreas, para agrupar los terrenos que se incluyen en estos proyectos.
Este plan de trabajo ha contado con la participación de 21 departamentos, entre ellos: Putumayo, Caquetá, Nariño, Cauca, Huila, Vichada, Meta y Risaralda en los que han intervenido en diferentes terrenos del país.
Por otro lado, en el departamento del Valle hay alrededor de 315 clientes interesados en este estudio. Sin embargo, la mayoría de estos no cuentan con títulos legales como escritura pública y certificado de tradicón.
Sicoin CO2 hace alianzas con diferentes organizaciones sin ánimo de lucro, de esta manera, de acuerdo con la región y, se programa un plan de capacitaciones que se ofrece desde la corporación.
Un tema muy importante, es que en las zonas rurales, en los bosques, se da gran parte de los cultivos de los campesinos y como resultado de este programa, los propietarios empiezan a apropiarse más de estos terrenos, cuidando sus espacios, dejando la tala de árboles para cuidar su actividad económica y proteger sus recursos.
Una vez que los propietarios aceptan hacer parte de este programa, la corporación se compromete a entregar un porcentaje de los ingresos por los bonos de CO2.
Un 50% se destina para los dueños y del otro 50%, el 16% se destina a realizar proyectos humanitarios y de adicionalidad en zonas aledañas de donde están ubicados estos predios. No se trata solamente de obtener una ganancia económica, sino que también se tenga en cuenta el desarrollo de la zona y el cuidado de los recursos naturales.
Los proyectos de adicionalidad se basan en la potenciación de las áreas, es decir, reforestación o procesos que sean amigables con el medio ambiente.
Por otro lado, los proyectos humanitarios equivalen a proyectos en salud educación, transporte, productividad y todos diferentes pilares que lo componen.
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