| Foto: Bernardo Peña
La historia reciente del América de Cali está marcada por un quiebre entre la hinchada y la familia Gómez Giraldo, propietarios de la institución. Cinco años sin títulos, constantes eliminaciones, cambios de entrenadores y decisiones que no dieron resultados, terminaron por erosionar la confianza de los aficionados.
Actualmente, el equipo está en manos de Tulio Gómez, máximo accionista; Miryam Giraldo, su esposa, y Marcela Gómez, hija del dirigente y presidenta del club. Aunque también participan en la junta los accionistas minoritarios Orlando Rincón y Osberth Orozco, las decisiones claves son asumidas por Tulio y Marcela, quienes han sido señalados por gran parte de la afición.
Al comienzo de su gestión, las campañas deportivas despertaron ilusión entre los seguidores rojos, que soñaban con alcanzar a Atlético Nacional en títulos. Sin embargo, las promesas pronto se convirtieron en frustraciones. La falta de figuras, los malos resultados y los constantes cambios en la dirección técnica (17 entrenadores en 8 años) consolidaron un panorama adverso.
Los desaciertos no solo se dieron en lo deportivo. En 2023, la empresa Caltac estuvo cerca de adquirir el club, pero el negocio fue frenado por los accionistas minoritarios tras encontrar antecedentes cuestionables en la propuesta. Otro episodio polémico fue el fallido fichaje de Arturo Vidal, que estuvo casi anunciado y terminó frustrado. A esto se sumó la promesa incumplida de llevar a Ricardo Gareca como técnico, que nunca se concretó.
La llegada de Jorge ‘Polilla’ Da Silva parecía dar un respiro: alcanzó la final de la Copa Colombia y clasificó al equipo a torneos internacionales. No obstante, su proyecto fue interrumpido abruptamente, aumentando la molestia de la afición.
El reconocido periodista e hincha escarlata Iván Mejía Álvarez ha sido uno de los críticos más férreos de la gestión de Tulio y Marcela, calificando de equivocada la forma en que se administra el club. A su voz se suman la de hinchas y exjugadores que aseguran que el equipo atraviesa una de sus peores etapas en lo deportivo y administrativo.
Otro factor que incrementó el malestar fue el incremento en los precios de las boletas. Entre 2024 y 2025, las entradas al Pascual Guerrero aumentaron hasta en un 70 %. Por ejemplo, la tribuna norte pasó de 35 mil a 60 mil pesos, mientras que occidental segundo piso subió de 90 mil a 165 mil. Para partidos internacionales, los precios fueron aún mayores: contra Fluminense, la entrada más barata costó 50 mil pesos y la más cara alcanzó los 180 mil.
La respuesta de los hinchas ha sido contundente: estadio vacío. La falta de público obligó a la dirigencia a reducir precios en partidos recientes, como el disputado ante Bucaramanga en septiembre de 2025, donde las entradas tuvieron una rebaja significativa.
Con este panorama, la relación entre la hinchada y la familia Gómez Giraldo atraviesa su punto más bajo. Las críticas son cada vez más fuertes y los aficionados reclaman un cambio de rumbo que devuelva al América de Cali a los primeros lugares del fútbol colombiano.
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