El Liverpool ganó 4-0 al Barcelona, remontó el 3-0 de la ida de las semifinales de la Liga de Campeones, y se clasificó para su novena final de la máxima competición continental.
Las noches épicas en Anfield se revivieron, como en los mejores tiempos de Gerrard y el Liverpool por Europa.
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— Liverpool FC (@LFC) 7 de mayo de 2019
Una ola en forma de 'You'll Never Walk Alone' (nunca caminarás solo) recibió al Barcelona en Anfield. Esa fue la parte amable. La realidad a la que venían fueron los pitidos ensordecedores que les despertaron al sacar de centro.
#TNTSports | ANFIELD ES UNA FIESTA 🙌 El festejo tras el pase de Liverpool a la final de la #ChampionsLeague es con el tradicional YOU'LL NEVER WALK ALONE
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— TNT Sports LA (@TNTSportsLA) 7 de mayo de 2019
Una tormenta que avisó al Barcelona y que les comprimió los músculos y les metió el miedo de 54.000 gargantas en el cuerpo. Cuando Jordi Alba perdió el balón que desembocó en el gol de Origi, no se sintió como algo extraño.
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Parecía la parte escrita de un guión preparado de antemano en Anfield. Un Liverpool al que le daba igual no tener a Mohamed Salah y Roberto Firmino, porque Origi y Shaqiri tomaban sus papeles entonados por la grada. Muy por encima de su nivel real quizás, muy al nivel del escenario.
El primero en acertar fue Origi, que marcó en el minuto siete tras recoger un rechace del portero Ter Stegen a un disparo del suizo Xherdan Shaqiri.
¡EL GOL QUE COMENZÓ EL MILAGRO!🚨#ChampionsxFOX ¡Divock Origi así puso a soñar a Liverpool sobre Barcelona! pic.twitter.com/aao9vAGZy5
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