El fútbol en Colombia se congeló y la Copa Libertadores tuvo hechos bochornosos que le dieron la vuelta al mundo.
La pelota no rodó igual. Los gases lacrimógenos y los bloqueos detuvieron el fútbol. La crisis de orden público en Colombia por el paro nacional trastocó el desarrollo de los partidos en el país.
El fútbol colombiano lleva 26 días congelado. Sigue pendiente el partido entre el Deportivo Cali y el Deportes Tolima, por la vuelta de los cuartos de final de la liga.
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Este encuentro estaba programado para jugarse el sábado 1 de mayo en Palmaseca, pero los bloqueos en las vías y la situación de violencia en las calles impidieron que se realizara el cotejo.
Hasta los jugadores de ambos equipos se unieron y comunicaron a través de Acolfutpro que no iban a presentarse, luego de que la Dimayor quisiera imponer el partido por encima de la crisis social en Colombia.
“Como ciudadanos, antes que futbolistas, queremos manifestar nuestro total apoyo al clamor expresado por el pueblo colombiano en su protesta y nos unimos a esas voces que piden por un país más justo, equitativo e inclusivo”, citaron los jugadores en el comunicado emitido por Acolfutpro.
Por otro lado, los partidos de Copa Libertadores no pasaron desapercibidos. Los duelos entre Junior-River Plate y América-Atlético Mineiro le mostraron al continente y al mundo la dimensión de lo que está pasando en el país.
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Los planteles de los equipos que jugaron en el Romelio Martínez de Barranquilla sufrieron por los gases lacrimógenos que ingresaban al estadio.
Los señalados fueron los de la Conmebol, que sabiendo lo que ocurría en el país decidieron que se jugara a toda costa en Colombia.
