Charla con una especialista de la Institución, la gastroenteróloga y hepatóloga pediátrica, Verónica Botero, al igual que con otros protagonistas de esta fecha.
La historia de las vidas salvadas a través de los trasplantes de órganos en Colombia, en buena parte podría escribirse a la par de la historia de la Fundación Valle del Lili. En 1996, por ejemplo, empezaron el programa de Trasplantes cuando realizaron el primer trasplante de riñón. Dos años más tarde se realizó el primer procedimiento de Trasplante Hepático Pediátrico con donante vivo. “Hoy esos niños trasplantados ya llegaron a su edad adulta y con algunos seguimos en contacto... Hemos sido pioneros en trasplantes desde ese tiempo”, cuenta el doctor Luis Armando Caicedo, jefe de la Unidad de Trasplantes de la Fundación Valle del Lili. En la actualidad, la Institución es la única en Colombia donde se realizan trasplantes multiviscerales (páncreas, hígado, intestinos, entre otros). Y en pediatría, es el hospital con más trayectoria en Trasplantes Hepático Pediátrico en Colombia.
El doctor Caicedo explica ese camino como el resultado de una decisión: “La Fundación trazó un norte de excelencia en el área de los trasplantes y dirigió todo el apoyo económico y tecnológico que se necesitara para lograrlo. Hemos superado el millar de trasplantes hepáticos, pasamos los tres mil de riñón, y somos el programa más activo a nivel nacional en término de trasplantes. Pero además, en asocio con la Universidad Icesi, desde 2010 somos formadores de especialistas en trasplantes de órganos abdominales, que es algo muy importante para el país”.
Como es el caso de la pediatra egresada de la Fundación Valle del Lili y la Universidad CES, especializada en Gastroenterología y Hepatología Pediátrica en Madrid, España, Verónica Botero Osorio, quien desde el 2012 coordina el servicio de Gastroenterología y Hepatología pediátrica de la Institución. Gracias a la integralidad de todo el programa, destaca la doctora Botero, la sobrevida de los pacientes trasplantados en la Fundación es comparable con la de cualquier institución a nivel mundial.
“Podemos comparar nuestros resultados con los referentes internacionales. El éxito de un programa como es el manejo, seguimiento y acompañamiento del paciente, asegurar que el niño siga en controles, que no le falten los medicamentos. El éxito está en acompañarlos y eso hacemos”. Al día de hoy, uno entre cada cinco mil niños, nace con una enfermedad severa del hígado que va a requerir de un trasplante. En Colombia no existen estudios de incidencia de las enfermedades que necesiten trasplante.
"Tenemos dos tipos de donantes: los donantes vivos, que pueden compartir uno de sus riñones, parte de su hígado y médula ósea; y los donantes cadavéricos que pueden compartir órganos completos".

Foto: Especial para Q'hubo
¿Cuáles son las principales razones para el trasplante hepático en un niño?
Enfermedades congénitas que si no se resuelven no les permitirán llegar a los dos años de vida. Entonces el trasplante hay que hacerlo pronto. Una de las enfermedades más frecuentes es la Atresia de Vías Biliares: las vías biliares no se forman, entonces la bilis no puede circular y se queda en el hígado, que se inflama y se daña. Con una enfermedad hepática crónica ¿qué pasa?, generalmente el diagnóstico se hace después del tercer mes de vida y ya resulta tardío porque el hígado ya está lesionado. Hay otras enfermedades como tumores, enfermedades autoinmunes o metabólicas. En todos los casos, lo único que va mejorar al niño es un trasplante. En la Fundación Valle del Lili ya hemos realizado alrededor de 500 trasplantes hepáticos pediátricos.
Con una cultura de la donación de órganos tan pobre en Colombia, ¿cómo han logrado realizar tantos trasplantes?
De esos 500, alrededor del 40% han sido de donante vivo, que es un programa que la Fundación puso en marcha justamente para contrarrestar las dificultades: si los padres o algún familiar es compatible, se convierte en donante y se le extrae una porción del hígado para realizar el trasplante. La mayor parte de los pacientes que trasplantamos están en el primer año de vida y pesan menos de 10 kilos, lo que hace que sea un procedimiento con mayor grado de dificultad para los cirujanos y está reportado en la literatura a nivel mundial que son los pacientes de mayor riesgo.
¿Qué sucede con el donante vivo? ¿Cuánto tarda en crecer el hígado en el niño trasplantado?