La Fundación Valle del Lili: a la vanguardia de la investigación médica


Hasta hace algunos años, se pensaba que la función básica de los médicos era salvar vidas en una actitud enteramente asistencial, limitándose a atender las enfermedades y mitigar sus consecuencias, dependiendo de las herramientas y tratamientos convencionales. Pero con la revolución tecnológica y el avance de las ciencias médicas en el último siglo, los médicos han asumido una nueva misión: generar conocimiento científico y desarrollar sus propias innovaciones clínicas para enfrentar los desafíos del momento histórico que vive la humanidad. Es decir, un médico integral del siglo XXI es también un activo investigador científico.

En este sentido, las mejores instituciones de salud del mundo, son aquellas cuyos servicios médicos de atención están integrados con una vocación investigadora que fomenta en todo su personal asistencial el método científico y la medicina basada en evidencias, para generar preguntas de investigación a partir de su ejercicio diario con pacientes. Todo ello con el propósito de avanzar en tratamientos, desarrollo de nuevos protocolos, tecnologías, medicamentos y conocimientos que tengan un impacto positivo en la sociedad y brinden mayor bienestar a los pacientes.

Centro de Investigaciones Clínicas

Desde su creación, uno de los pilares fundamentales de la Fundación Valle del Lili es la Investigación Clínica, un enfoque médico de vanguardia consolidado a través de su Centro de Investigaciones Clínicas (CIC), el organismo especializado en reconocer, promover, guiar, diseñar, ejecutar y publicar todos los procesos científicos que se originen al interior de la Institución.

Como afirma Sergio Iván Prada, Subdirector de Investigación e Innovación de la Fundación Valle del Lili, “los fundadores tenían claro que, en una institución de alta complejidad como la nuestra, solo aquellos doctores que están permanentemente estudiando y enterados de lo que está pasando en sus áreas a nivel científico en el mundo, son los que pueden aplicar la tecnología de punta a los problemas más difíciles de la salud. Con frecuencia a la Fundación Valle del Lili llegan los casos más complejos y pacientes más difíciles, porque reconocen que nuestros doctores poseen los estudios y la experticia idónea para poder darles solución. A ese nivel solo puedes llegar cuando eres médico y científico, se debe tener la ciencia como pilar para acabar de pensar cómo vas a solucionar, cómo vas a lograr mejorar la calidad de vida, cómo vas a lograr salvarle la vida a esa persona”.

En 2021, la Fundación Valle del Lili terminó una investigación con el National Institute of Health (NIH) de Estados Unidos.

Innovación científica en cifras

Debido al trabajo ininterrumpido del CIC, evidenciado en 411 artículos publicados desde el 2020 a junio de 2021, 63 de los cuales están relacionados al estudio del Covid-19 y su impacto, actualmente la Fundación Valle del Lili ocupa el primer puesto, a nivel nacional, en el Ranking SCImago Institutions de la prestigiosa casa editorial Elsevier Scopus, que califica a las mejores instituciones del sector salud, teniendo en cuenta su producción científica publicada en revistas indexadas, así como los indicadores de investigación, innovación y alcance social. La Fundación Valle del Lili también hace parte del 17% de instituciones con los mejores indicadores de innovación a nivel latinoamericano, y del 22% a nivel mundial.

Fundación Valle del Lili

Sergio Iván Prada, Subdirector de Investigación e Innovación de la Fundación Valle del Lili.

Foto: Especial para El País

"En el Centro de Investigaciones Clínicas estuvimos muy activos durante la pandemia, y un 15% de esas publicaciones tienen que ver con los aportes que hicimos a la ciencia, junto a otros colegas, para entender la pandemia".


Sergio Iván Prada Ríos, Subdirector de Investigación e Innovación de la Fundación Valle del Lili.

También hicimos un registro institucional de Covid-19, esto es una gran base de datos donde tenemos información muy relevante de todos los pacientes que tuvimos con Covid-19, es decir que no solamente tenemos lo que ya publicamos, sino esta mina de oro que son los datos para seguir haciendo análisis. Recuerden que todavía no hay una cura para el Covid-19, tenemos una vacuna que disminuye la probabilidad de severidad, hay algunos medicamentos que están avanzando en demostrar que pueden disminuir la probabilidad de muerte, pero todavía el mundo no ha resuelto este problema, entonces por eso son muy importantes los registros, porque nos van a permitir ir atrás, contrastar datos y plantear otras hipótesis”, explica el Subdirector Prada Ríos.

El reconocimiento también está justificado en las patentes de innovación clínica con las que cuenta, a la fecha, la Fundación Valle del Lili. Entre estas se destacan las 8 patentes registradas por el desarrollo de nuevos dispositivos clínicos, como el Adaptador de Sondas para Ventilación Mecánica No Invasiva, un invento creado en esta Institución.

Cabe destacar también el desarrollo de estudios clínicos aleatorizados multicéntricos, como explica el Subdirector de Investigación e Innovación, “el año pasado hicimos nuestro primer ensayo multicéntrico, lo denominamos ‘Hi Flo’, que fue básicamente un ensayo clínico abierto para comprobar el uso de Cánula Nasal de Alto Flujo versus terapia convencional de oxígeno en pacientes con falla respiratoria aguda por SARS-Cov-2. Este estudio lo hicimos con la Clínica de La Sabana, la Fundación Santa Fe y el Hospital Santa Clara”.

Otro aporte de la Fundación Valle del Lili a la ciencia médica mundial es su participación en ensayos clínicos junto a laboratorios, universidades y entidades médicas internacionales, para la evaluación de nuevos medicamentos y tratamientos.

En el caso de los ensayos clínicos para la vacuna contra el Covid-19 desarrollada por la farmacéutica Janssen, en Cali la Fundación Valle del Lili reclutó a 173 voluntarios. Igualmente, la institución tuvo una destacada participación en el ensayo clínico del medicamento Molnupiravir de la empresa MSD.

“No solamente tenemos ensayos clínicos del Covid-19, también en Oncología, Cardiología, Obstetricia, entre otras áreas de investigación, cada uno con pacientes voluntarios que son debidamente informados, y con quienes se sigue un protocolo con altos estándares éticos”, asegura Prada Ríos.

Cantera de médicos investigadores

En la Fundación Valle del Lili, como afirma el Subdirector Prada Ríos, “los médicos institucionales son investigadores, es decir, además de brindar atención a los pacientes a diario, también son académicos y realizan investigaciones”. Estamos hablando de alrededor de 70 especialistas, médicos y docentes, que convierten sus preguntas en proyectos de investigación.

“El CIC está integrado a todos los procesos de la institución, desde cualquier servicio o procedimiento puede surgir una investigación. Nosotros los apoyamos con asesoría en el área metodológica, en análisis de bioestadística, con asistentes de investigación, con traducción de sus estudios, en algunas ocasiones también con el costo de hacer la publicación y los apoyamos en presentación de estos estudios en foros, congresos y otros eventos científicos”, aclara Prada Ríos.

Un factor clave para mantener este altísimo nivel de cultura de investigación y resultados científicos que caracteriza a la Fundación Valle del Lili es su alianza con la Universidad Icesi, puesto que “así podemos preparar a jóvenes médicos e investigadores, quienes desde sus primeros años en la universidad pueden desarrollar esas inquietudes científicas. Y cuando ya están en sus últimos años tienen un bagaje científico que les permite avanzar mucho más rápido, eso nos hace también un grupo humano diferenciado de los otros hospitales, porque, para hacer una analogía como en los buenos equipos de fútbol, tenemos una cantera muy buena, donde van saliendo las nuevas figuras de la investigación”, concluye Sergio Iván Prada Ríos, Subdirector de Investigación e Innovación de la Fundación Valle del Lili.

Principios éticos y buenas prácticas

“La Fundación Valle del Lili tiene un Comité de ética en Investigación Biomédica. Este comité es un cuerpo aparte del Centro de Investigaciones Clínicas. El comité está regido por toda la normatividad nacional e internacional. Todos los protocolos de investigación son evaluados por el comité, siguiendo la regulación con estricto apego. Tanto el Comité como el CIC están certificados por el INVIMA y cada 5 años pasamos por un proceso de recertificación en buenas prácticas clínicas. Este proceso es muy importante porque garantiza ante toda la comunidad nuestro compromiso con los principios éticos de investigación. Todo esto nos asegura que todos los voluntarios y sujetos de investigación son tratados de manera íntegra”.

Sergio Iván Prada Ríos, Subdirector de Investigación e Innovación de la Fundación Valle del Lili.

Si quieres recibir las últimas noticias de Cali a tu WhatsApp dale Click a la imagen,
escribe "Hola" y sigue las instrucciones




¡SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN!