Entre las enfermedades del corazón, existen las cardiopatías congénitas asociadas a las alteraciones de las válvulas cardiacas. El corazón tiene cuatro cavidades, dos ventrículos, dos aurículas y cuatro válvulas cardiacas que se encargan de facilitar el flujo de la sangre en la dirección correcta. Una de ellas, por ejemplo, es la válvula pulmonar, que generalmente funciona como puerta de un solo sentido entre el ventrículo derecho y los pulmones: la sangre fluye desde el ventrículo a través de la válvula, que la impulsa por la arteria pulmonar hacia los pulmones, donde recoge el oxígeno que distribuye al cuerpo. Esa es su función fundamental y por eso, cuando se obstruye o se vuelve insuficiente, debe ser reemplazada por medio de una cirugía a corazón abierto.
Pero existe una alternativa de reemplazo para evitar que los pacientes deban llegar hasta esa intervención. O que sirve también para retrasar los plazos de la cirugía, en caso de que sea inevitable. Se trata de la Válvula Pulmonar Melody, que por su pequeño tamaño puede ser instalada vía transcatéter, lo que garantiza tiempos de recuperación más rápidos. Este procedimiento ya ha beneficiado a miles de pacientes alrededor del mundo y en Colombia lo realiza la Fundación Valle del Lili, pionera en este campo clínico. En los últimos cinco años, en la Institución han sido implantadas con éxito siete válvulas Melody.
Walter Mosquera Álvarez, Cardiólogo, Pediatra, Intervencionista, y coordinador del posgrado de Cardiología Pediátrica de la Universidad Icesi y de la Fundación Valle del Lili, especifica que “el tratamiento es indicado para pacientes mayores de 15 años o 25 kilos de peso. La válvula Melody se instala a través de un cateterismo, en donde un tubo fino y hueco (catéter) que contiene la válvula cardiaca se introduce en una vena de la pierna y se guía al corazón, esta válvula va acoplada a una malla metálica o Stent, que se expande con la ayuda de un balón para abrir el conducto pulmonar bloqueado”.
El doctor Mosquera explica que el procedimiento es sobre todo necesario en pacientes con cardiopatías congénitas como Tetralogía de Fallot, Atresia de la válvula pulmonar o Transposición de grandes vasos, debido a que son pacientes con que tienen válvulas pulmonares estrechas o ausentes. “Estos pacientes han tenido cirugía cardiaca para restablecer el funcionamiento del tracto de salida del ventrículo derecho en etapa pediátrica y con el tiempo pueden presentar síntomas como fatiga con la actividad física, arritmias o desmayos. Hemos liderado la implementación de este procedimiento en Colombia. Melody es una opción de tratamiento comprobado y diseñado para restablecer la función de la válvula pulmonar y retrasar la cirugía a corazón abierto”.
Exactamente, una Válvula Pulmonar Melody, es un segmento de vena Yugular Bovina que incluye su Válvula Venosa (semejante a los conductos que se implantan en cirugía), suturada en toda su longitud en una Malla o stent, expandible hasta un diámetro de 22 a 24 milímetros.

Foto: Especial para Q'hubo
En todos los casos, dice el doctor Mosquera, uno de los beneficios más importantes que tiene el paciente al ser sometido al tratamiento por cateterismo de la Válvula Pulmonar Melody, es la rápida recuperación y la posibilidad de ser dado de alta muy pronto: “Al paciente regularmente se le da de alta en uno o dos días luego del procedimiento. Después en casa es importante que siga las indicaciones de su médico tratante y que acuda estrictamente a los controles de su válvula implantada”.
La instalación de la Válvula Pulmonar Melody tiene pocas complicaciones generalmente, dice el doctor Mosquera. “Las complicaciones especificas pueden ser: rotura de la malla metálica (Stent) que soporta la válvula; funcionamiento ineficaz de la válvula, desalojamiento de la válvula del lugar en donde se implantó, formación de coágulos, e infección. Sin embargo, en el seguimiento de los pacientes con implante de válvulas pulmonares Melody, se han observado buenos resultado a los 5 años”.
Los procedimientos de la válvula pulmonar transcatéter se realizan conjuntamente entre los doctores Jaiber Gutiérrez y Walter Mosquera, quienes cuentan con el apoyo de las directivas de la Fundación Valle del Lili para seguir siendo un centro pionero en la utilización de esta terapia.