Salimos a la calle a hablar con los caleños y preguntarles sobre su sentir, un año después del estallido social que vivió la ciudad. Esto nos dijeron.
Hoy, cuando se cumple precisamente un año de aquel estallido social, las marcas visibles de lo que se vivió en aquel momento aún se las encuentran los caleños recorriendo la ciudad.
Hay estaciones del MIO por recuperar de las 58 vandalizadas. Sebastián de Bel´álcazar no ha regresado a su puesto. Decenas de locales permanecen cerrados recordando la crisi económica en que quedó sumida la ciudad. Algunas bombas de gasolina no volvieron a operar y los grafitis en la calle advierten de la polarización que se vive.
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Salimos a la calle a preguntarles a sus habitantes sobre ese sentimiento, un año después de lo ocurrido, y esto fue lo que nos dijeron:
Pero también hablamos con Víctor Viveros, un experto en cultura ciudadana, y esto fue lo que nos explicó:
¿Cuáles fueron las marcas que dejaron las protestas y los desmanes en los ciudadanos?
- Una anomia social que va desde el bajo respeto de las normas hasta el de las personas que representan la institucionalidad.
- Una mayor fractura social la cual se refleja en esta coyuntura electoral.
- Una pérdida de sentido de lo público, para pasar a incrementarse más el sentido de pertenencia en lo y para lo colectivo.
¿Cuáles pueden ser las causas de los daños a la infraestructura en ese entonces, si la apuesta era por el bienestar de los ciudadanos y no dañar lo público?