Este 13 de junio se cumplió un año de la muerte de Junior Jein. Su familia no deja de extrañarlo ni de esperar respuestas sobre su vil asesinato.
Ha pasado un año de la muerte de Junior Jein, y aunque digan que "el tiempo pasó volando", para Elenora , su esposa, el tiempo es como si se hubiera detenido.
Tiene vivos los recuerdos con su esposo. Se tatuó la imagen de él en su brazo izquierdo para sentir que todavía la acompaña a donde vaya, y en su casa todo permanece a igual, a excepción de algunas prendas de vestir que ya no están porque le fueron heredadas a algunos familiares, y a que todo ahora permanece en silencio porque ya no se le escuchan sus risotadas.
"Era la alegría de la casa", dice Eleonore, recordando que era de los que cocinaba para sus hijos y les hacía en el plato, corazones con salsa de tomate.
"Son pequeñas cosas que uno siempre tiene presente", afirma.

Y aunque ha pasado un año desde que partió 'El Caballo', Eleonore dice que no hay un día que en su abrir de ojos, no tenga la imagen de su esposo.
"Lo tengo aquí", dice, señalándose la cabeza. Pero lo que le duele, es la imagen que recuerda. La de Junior muerto, en el hospital, con los impactos de bala en la frente, desnudo.

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"Es horrible", y se lamenta por lo sucedido. Pero la cara le cambia cuando recuerda que días antes de su muerte pasaron unas increíbles vacaciones en México, donde aprovecharon para celebrar, el 7 de junio, el cumpleaños de ella.
A su llegada a Cali, como era costumbre en el cantante, quiso reunir a toda su familia en su casa con la excusa de volverse a ver y de seguir celebrándole el cumpleaños a "Leo", como le decía de cariño a su esposo.

Por eso, el día de su asesinato, toda la familia estaba en su casa en Jamundí. Él se despidió de todos, pero ´les pidió que lo esperaran para seguir la rumba, con asado incluido.