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El ingreso a educación superior sigue siendo un reto crítico para cientos de bachilleres en Barranquilla. Según el Informe 2025 “Conexiones que transforman”, presentado por Goyn Barranquilla y Nuestra Barranquilla, aunque los jóvenes lideran procesos de innovación social, aún enfrentan profundas brechas en educación, empleo y salud socioemocional.
El reporte subraya que solo la mitad de los egresados del bachillerato accede de inmediato a la universidad y, de ellos, cerca del 50 % abandona antes de finalizar. La deserción escolar está vinculada a factores económicos, familiares y comunitarios, desde la necesidad de trabajar para apoyar el hogar, hasta la falta de motivación o de entornos seguros que fomenten la permanencia.
Lilian Urueta, directora de GOYN Barranquilla, señaló que aún queda “mucho camino por recorrer” para garantizar la permanencia educativa, pese a los avances en programas de gratuidad. La problemática de la extraedad escolar también incide en las oportunidades: mientras un joven que se gradúa a los 17 años tiene un 85 % de probabilidades de continuar sus estudios, esa cifra desciende al 13 % entre quienes lo hacen a los 20 o 21 años.
La historia de Natalia Suárez, una barranquillera de 16 años beneficiaria de una beca en 2023, ilustra esta realidad. Aunque logró ingresar a Ingeniería Electrónica, confesó que pensó en desertar por los costos adicionales de transporte, materiales y alimentación. Su caso refleja que abrir cupos no es suficiente, acompañar a los estudiantes es clave para que completen su formación.
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El informe también alerta sobre la baja participación juvenil en procesos ciudadanos, que supera el 50 %, y sobre un mercado laboral donde seis de cada diez jóvenes acceden a empleos a través de redes familiares. Además, casi la mitad trabaja en la informalidad y el 84 % de los emprendimientos dependen de ahorros propios.
En materia de salud socioemocional, el 60 % de los intentos de suicidio registrados en la ciudad corresponde a población joven, y solo uno de cada diez accede a consultas preventivas de psicología. Para el profesor Mauricio Andrés Terrón, investigador de Uninorte, esta situación revela una “crisis de conexión” que requiere espacios de apoyo emocional y una mayor articulación entre familia, escuela y comunidad.
La Alcaldía de Barranquilla destacó un crecimiento histórico en el acceso a la educación superior, que pasó de 49,6 % en 2023 a 56,7 % en 2024, gracias a programas como IUB al Barrio, becas distritales y nuevas sedes del Sena. El alcalde Alejandro Char enfatizó que el objetivo es consolidar la educación superior como un derecho transformador y no como un privilegio lejano para la juventud barranquillera.
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