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A principios del mes de junio, doña Stella Hurtado, la creadora de Rosquillas Caleñas, falleció dejando un importante legado de sabor y tradición en la ciudad. En el centro de Cali, en plena zona de renovación urbana, todavía se cocina este producto que se vende en el suroccidente del país y se exporta a algunas ciudades de Estados Unidos y otras en Europa.
Es en la esquina de la Carrera 14 con Calle 13, en una panadería que para los años 70 fue muy famosa en la ciudad. Ella, junto a su esposo Hernando Rojas, sabían del negocio de la panadería y en su propósito de emprender iniciaron su propio proyecto.
Q'hubo, en homenaje a doña Stella, visitó la fabrica en donde se cocina este tradicional pasabocas y esto nos encontramos.
Fernando Rojas, actual gerente de Rosquillas Caleñas, recuerda que sus padres, pese a haber recibido poca educación, siempre han sido creativos, innovadores e independientes, por lo que le apostaron a este negocio.
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“Mi padre leía muchos libros de superación personal y siempre quiso ser independiente, por eso comenzó a pensar en desarrollar un producto diferente, a partir del pandebono y del pandeyuca que eran los alimentos típicos de la región”.
Fue en ese momento que empezaron a probar mezclas hasta desarrollar lo que hoy conocemos como rosquillas, un alimento que se hace con queso costeño y almidón de yuca; y el cual ha enamorado a Cali y al mundo desde hace 40 años.
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