Foto: Jesús Chacín/ El País
El crecimiento en la tenencia de mascotas en Colombia ha impulsado a diferentes autoridades locales a fortalecer las normas de convivencia relacionadas con los animales de compañía. En especial, se han tomado medidas para sancionar con más rigor a los propietarios que no recojan los excrementos de sus mascotas en espacios públicos o zonas comunes de edificios y conjuntos residenciales.
Aunque no existe una única ley nacional sobre esta conducta, el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana (Ley 1801 de 2016) establece normas claras para garantizar la armonía en la vida urbana. Según esta legislación, los dueños de mascotas deben recoger los desechos que sus animales depositen en parques, calles, aceras o áreas compartidas, y disponer de ellos en condiciones sanitarias adecuadas.
El incumplimiento de esta norma puede derivar en multas tipo 1, que actualmente corresponden a $94.900 pesos colombianos, según el salario mínimo legal vigente en 2025. La sanción no solo aplica en espacios públicos, sino también en zonas privadas de uso común, como pasillos, jardines o ascensores en conjuntos residenciales.
En varias ciudades del país, como Bogotá, Medellín, Cali y Bucaramanga, los gobiernos locales han iniciado campañas para reforzar la tenencia responsable y prevenir conductas que afectan la salud pública. Algunas administraciones también han propuesto instalar dispensadores de bolsas biodegradables y puntos de disposición para estos residuos, con el fin de facilitar el cumplimiento de las normas.
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Además, la Ley 746 de 2002 regula la tenencia de perros potencialmente peligrosos, quienes deben portar bozal y correa en espacios públicos. Sus dueños, al igual que los demás propietarios de animales, tienen la obligación de prevenir daños a personas, bienes y otros animales.
Cabe recordar que la Ley 1480 de 2011, o Estatuto del Consumidor, también protege el derecho a la convivencia pacífica en propiedad horizontal. Por ello, en casos reiterados de incumplimiento, los vecinos o administraciones pueden presentar quejas ante las autoridades locales o las inspecciones de policía.
El mensaje desde distintas entidades es claro, tener una mascota conlleva deberes, y el respeto por el entorno colectivo es parte esencial de una tenencia responsable. Las normas buscan garantizar espacios limpios, seguros y saludables tanto para los animales como para el resto de la ciudadanía.
Con estas medidas, Colombia se suma al esfuerzo por consolidar una cultura ciudadana más consciente del impacto que tienen los comportamientos individuales en la calidad de vida de todos.
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