Con el objetivo de mejorar Siri, contratistas de Apple escuchan grabaciones íntimas de los usuarios que son captadas de manera accidental por la aplicación, entre las que se han registrado aparentes negocios ilícitos, información médica confidencial y encuentros sexuales.
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Según reveló The Guardian, esas personas se encargan de evaluar si la respuesta de la aplicación fue satisfactoria de acuerdo con factores como si la activación del asistente fue accidental o deliberada, si la inquietud era sobre un tema en el que Siri podría ayudar o si la respuesta dada por el software fue apropiada.
"Ha habido incontables casos de grabaciones que captan conversaciones privadas entre médicos y pacientes, charlas de negocio, acuerdos aparentemente criminales, encuentros sexuales y cosas así. Esas grabaciones están acompañadas de datos del usuario como la ubicación, datos de contacto y datos de la aplicación", aseguró el denunciante.
Esa información, según Apple, solo se utilizaría para comprobar si una solicitud se tramitó con éxito o no. Según la política de publicidad de la empresa de la manzana, los datos de Siri "no están vinculados a otros datos que Apple pueda tener del uso que el usuario tenga de otros servicios de la compañía". No hay un nombre o identificador específico adjunto a un registro y ninguna grabación individual se puede vincular fácilmente a otras grabaciones.
La fuente, sin embargo, no ocultó su preocupación por esta situación. "Apple está subcontratando personal y hay una alta rotación. Si hubiese alguien con intenciones nefastas, no sería difícil identificar a las personas en las grabaciones", concluyó.
Apple no es la única empresa que emplea 'veedores' humanos para sus asistentes de voz, pues se han descubierto prácticas similares de Amazon y Google en Alexa y Google Assistant, respectivamente.
