El continente antártico ya alberga varios tipos de algas que crecen en medio de la nieve.
Muchos le llaman "la nieve verde", pero en realidad son variedades de algas las que han copado el suelo de la Antártida, que se ha visto afectada por el cambio climático.
El drástico aumento de la temperatura está provocando la proliferación de plantas en algunos lugares, que incluso es visible desde el cielo. Antes se consideraba poco probable la vida vegetal, pero ahora los hallazgos de los investigadores han demostrado todo lo contrario.
Las algas que crecen en la nieve absorben dióxido de carbono del aire. Su presencia fue advertida hace mucho tiempo por diversas expediciones, como la que realizó hace algún tiempo el británico Ernest Shackleton, sin embargo, no se estimaba que su proliferación fuera tan extensa.
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De acuerdo a unos datos recogidos durante dos años por el satélite Sentinel 2 de la Agencia Espacial Europea junto con observaciones sobre el terreno, un equipo de investigación de la Universidad de Cambridge y el British Antarctic Survey crearon el primer mapa de las floraciones de algas en la costa de la Península Antártica.
“Aunque los números son relativamente pequeños a escala mundial, en la Antártida, donde hay una cantidad tan pequeña de vida vegetal, esa cantidad de biomasa es muy significativa. Mucha gente piensa que la Antártida es solo nieve y pingüinos. De hecho, cuando miras a tu alrededor hay mucha vida vegetal”, dijo Matt Davey, del Departamento de Ciencias Vegetales de la Universidad de Cambridge.
Los investigadores también calcularon que las algas en la península absorben niveles de CO2 equivalentes a 875,000 viajes promedio en automóvil.
“Fija el carbono de la atmósfera, pero no hará ninguna mella en la cantidad de dióxido de carbono que se está emitiendo en este momento”, informó.
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Finalmente, el equipo de investigadores concluyó que medida que la Antártida continúa calentándose en pequeñas islas bajas, en algún momento dejará de cubrirse de nieve en el verano
