Líderes y diplomáticos de Cuba, Colombia y otros países denunciaron ante la ONU la reciente ofensiva militar estadounidense en aguas del Caribe, que ya deja civiles muertos y agrava la tensión con Venezuela.
Redacción El Qhubo/ Periodista Jhisús Chacín
La tensión crece en el Caribe tras los recientes ataques de Estados Unidos contra embarcaciones venezolanas y el incremento de su presencia militar en la región. Ocho barcos de guerra, un submarino nuclear y miles de misiles fueron movilizados por orden del gobierno de Donald Trump, en el marco de lo que Washington califica como una ofensiva contra el narcotráfico, pero que varios países latinoamericanos consideran un acto de agresión.
Durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, expresó su rechazo a la “presencia extraordinaria y extravagante” de fuerzas navales estadounidenses en el sur del Caribe.
Según el diplomático, la operación “no tiene justificación alguna y constituye una amenaza directa a la paz regional”, especialmente por su enfoque hacia la República Bolivariana de Venezuela.
En entrevista con el programa Democracy Now!, Fernández de Cossío denunció que Estados Unidos ha estado bombardeando embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico “sin evidencia alguna” y que las víctimas al menos 17 personas podrían no tener relación con esos delitos. “No se sabe de dónde salen, hacia dónde se dirigen ni cuál es el propósito de estas personas”, afirmó.

Las críticas también fueron compartidas por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien en su discurso ante la ONU exigió una investigación internacional por los ataques estadounidenses.
“Los jóvenes asesinados con misiles en el Caribe no eran del Tren de Aragua ni de Hamás, eran caribeños, posiblemente colombianos”, sostuvo. Petro pidió que se inicie un proceso penal contra los funcionarios de Estados Unidos responsables de las ejecuciones extrajudiciales, “así se incluya al propio presidente Trump”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Padilla, advirtió sobre la “coyuntura peligrosa” que crean estas acciones militares. Señaló que la intercepción de buques pesqueros y el asesinato de civiles “amenazan la paz y la seguridad regional”.
Rodríguez llamó a la comunidad internacional a movilizarse en defensa del derecho internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas, reiterando su solidaridad con el presidente Nicolás Maduro y el pueblo venezolano.
Te puede interesar: Suspensión de agua en el norte del Valle de Aburrá afectará a más de 1 millón de usuarios
En las lanchas no van narco terroristas. Los narcos viven en EEUU, Europa y Dubai.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) October 3, 2025
En esa lancha van jóvenes caribeños pobres. Lanzar misiles cuando se puede interceptar como Colombia hace, produce la ruptura del principio jurídico universal de proporcionalidad, por tanto se… https://t.co/3uTwFxKA8R
Analistas apuntan que la estrategia de Trump responde tanto a intereses geopolíticos como a objetivos internos de política estadounidense. Fernández de Cossío sugirió que la Casa Blanca busca “debilitar al Gobierno venezolano mediante la amenaza” y desviar la atención de sus propios problemas domésticos.
Además del componente militar, Washington ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por información que vincule a Maduro con el narcotráfico, medida que Caracas calificó como parte de una “campaña de agresiones” que pretende legitimar intervenciones encubiertas en la región.
El diplomático cubano recordó que, pese a la escalada, América Latina no cuenta con una alianza militar semejante a la OTAN. Sin embargo, afirmó que “a nivel de los pueblos hay un rechazo generalizado a la hegemonía y a las amenazas estadounidenses”.
Para él, la CELAC representa hoy el espacio más importante de concertación política, aunque sin carácter militar.

En su intervención en Nueva York, Fernández de Cossío también reiteró el impacto del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos contra Cuba, al que calificó como “el obstáculo fundamental para el desarrollo del país”. Explicó que las sanciones limitan el acceso a financiamiento, tecnología, combustible y mercados internacionales, agravando la crisis energética y alimentaria en la isla.
Mientras tanto, Washington mantiene a Cuba en su lista de “Estados patrocinadores del terrorismo”, medida que según el vicecanciller genera “un daño extraterritorial severo” al ahuyentar inversiones y turismo.
“Estados Unidos no gana nada con esta política, pero sí causa un daño inmenso al pueblo cubano”, concluyó.
La región, afirma Fernández de Cossío, observa con preocupación cómo el Caribe, históricamente considerado zona de paz, se transforma en un nuevo escenario de tensión global. Y aunque no existe una alianza militar que responda colectivamente, la unidad latinoamericana en defensa de la soberanía y la paz vuelve a ser una consigna común en los foros internacionales.





