Foto: noticias ambientales
Un carpincho juvenil fue rescatado en el Paraje San José, en el departamento Diamante (Entre Ríos), tras caer en un pozo de 80 centímetros de profundidad que había sido excavado para la instalación de columnas lumínicas de hormigón.
El hallazgo fue reportado por vecinos de la zona, quienes alertaron a las autoridades al no poder intervenir por sus propios medios. La emergencia motivó un operativo articulado entre la comunidad y entidades ambientales de la región.
La Brigada Abigeato Paraná, dependiente de la Dirección General de Prevención de Delitos Rurales de la Policía de Entre Ríos, asumió la coordinación del procedimiento. Esta unidad cuenta con experiencia en el manejo y asistencia de fauna silvestre.
El intendente del Parque Nacional Pre-Delta, Jeremías Mancini, detalló que la intervención fue articulada junto al área ambiental de Aldea Brasilera, que solicitó apoyo técnico. “Desde el Parque derivamos el caso al personal de Abigeato, que actuó con rapidez y logró extraer al animal en buen estado”, explicó.
Actualmente, el carpincho permanece bajo supervisión veterinaria para verificar su salud y curar posibles lesiones. Mancini añadió que, tras la revisión, el ejemplar será reintegrado a su hábitat natural, donde probablemente se encuentra su madre.
El Parque Nacional Pre-Delta se ubica en las afueras de Diamante y constituye un área protegida clave para la biodiversidad regional. Allí habitan especies como yacarés overos, lobitos de río, garzas, aves rapaces y diversos animales acuáticos y terrestres.
Mancini recordó que, por criterios epidemiológicos, el Parque no puede albergar ejemplares rescatados. “Nuestra comunidad silvestre no debe exponerse a cargas parasitarias externas, por eso analizamos cada caso cuidadosamente”, puntualizó.
Durante el invierno, el área recibe visitantes interesados en avistajes y recorridos guiados. Entre las aves más representativas se destaca el ñacurutú, un búho nocturno de canto característico.
El Parque cuenta con un equipo de 26 profesionales, entre guardaparques, brigadistas, combatientes forestales y personal administrativo. Sus tareas incluyen el control de especies exóticas, la protección de fauna, el mantenimiento de senderos y actividades educativas.
En la actualidad, las lagunas del Pre-Delta presentan niveles bajos de agua debido a la falta de lluvias y a la ausencia de crecidas fluviales que alimentan el delta. “Estamos atentos a la dinámica hídrica de la región”, advirtió el funcionario.
Asimismo, un grupo de aspirantes a guardaparques realiza prácticas de campo durante tres meses, lo que fortalece la capacidad operativa del Parque y fomenta la formación de nuevos profesionales ambientales.
“El Parque Nacional Pre-Delta es un lugar privilegiado para reconectar con la naturaleza y promover el compromiso colectivo con el medioambiente”, concluyó Mancini.
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