Tras varias instancias judiciales, la Corte Suprema de Justicia ordenó a una empresa indemnizar a uno de sus trabajadores a quien había contratado para arreglar cajeros automáticos, y quien sufrió seria afectación auditiva en desarrollo de su labor.
Según el relato del hecho, el trabajador identificado como Cardona Méndez, estaba realizando un servicio técnico en Armenia. Tras levantar la tapa de seguridad del cajero y manipularlo se activó el mecanismo de trampas que tenía el cajero y al explotar provocó sordera al trabajador y confusión.
Tras ser informado al empleador del suceso, este le obligo a permanecer en el sitio y arreglar los daños causados por la explosión, esto le provocó un diagnóstico de hipoacusia y una pérdida de capacidad laboral del 26%.
Debido a la demanda instaurada por el trabajador a la empresa y sus socios solicitando la indemnización por el accidente laboral, ellos se negaron debido a que desconocían que en los cajeros existían trampas de aturdimiento como una medida de seguridad, las cuales habían sido instaladas por otras empresas.
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Luego de dos instancias anteriores que absolvió a los demandados, la Corte Suprema de Justicia determinó que la empresa sí era responsable de los daños que sufrió el empleado.
“BI S.A.S. identificó los riesgos a los que exponía a su trabajador y, pese a ello, no implementó los procedimientos para la adecuada manipulación de los dispositivos electrónicos ni el suministro de elementos de protección personal tales como una tapa oídos pese a existir el factor de riesgo de ruido”, sentencio la Corte.
La indemnización también quedó en firme, identificado por el dinero dejado de obtener debido a la pérdida de capacidad laboral, perjuicios morales y daños a la vida personal; Tras este accidente, la disminución auditiva ha generado daños provocando discusiones familiares, según testimonios de la madre del trabajador.
