El presidente Gustavo Petro propone que las Juntas de Acción Comunal asuman la ejecución de obras de mejoramiento de vías, instalación de fibra óptica y generar energías limpias en los territorios.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, tiene altas expectativas para las Juntas de Acción Comunal, pues como lo ha mencionado en conversaciones con los representantes de estas organizaciones, cree que pueden asumir proyectos como la instalación de fibra óptica o la construcción de generadores de energía en sus territorios.
No obstante, parece ser una tarea que supera las capacidades de las JAC. Según Petro, la propuesta va enfocada a las comunidades rurales y urbanas más pobres, a fin de que tengan acceso a servicios básicos de manera más efectiva y menos costosa.
Asimismo, el mandatario indicó que se podrían usar los recursos que ya reciben del Gobierno, además de donaciones y financiamiento colectivo, sin embargo, solo en 2021, Cali asignó 13 mil millones de pesos para las JAC, que divididos en las 1,266 JACs existentes, cada una habría recibido 10,3 millones de pesos.
Lo que parece una fuerza insuficiente incluso para adelantar procesos que hay dentro de los barrios. Por lo anterior, la propuesta ha generado cierta controversia, ya que algunos críticos han cuestionado la capacidad de las JAC para llevar a cabo proyectos de tal magnitud.
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Petro, por su lado, ha argumentado que la falta de acceso a servicios básicos es una cuestión crítica en Colombia y que es necesario buscar soluciones innovadoras para abordar este problema.
Ante esto, surgen varias dudas sobre las funciones y facultades de las JAC, qué son, para qué sirven, cómo funcionan y si siguen teniendo la misma importancia al día de hoy.
Al respecto, el sociólogo y politólogo de la Universidad ICESI, Sebastián Acosta Zapata, explicó que las Juntas de Acción Comunal son organizaciones comunitarias de carácter voluntario que tienen como objetivo representar y defender los intereses de la comunidad en la que actúan, llámese vereda, corregimiento o barrio.
Entre las funciones específicas de las JAC se encuentran la gestión y coordinación de proyectos y programas sociales, culturales y deportivos, así como la promoción de la convivencia pacífica y la solución de conflictos.
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Las gestiones que hacen las JAC -indicó- se centran en infraestructuras comunitarias, parques, escuelas, senderos, centros de reunión, entre otros.
Además, el presupuesto de las JAC históricamente ha sido muy reducido y depende de los aportes voluntarios, del tamaño de la organización de cada junta, de las actividades y proyectos que desarrollen y de la cantidad de recursos que sean capaces de conseguir.
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“La idea del Gobierno Nacional y del Presidente Gustavo Petro, diría que busca democratizar servicios que desembocarían en mejorar la calidad de vida de muchas comunidades, el desarrollo de generadores de energía pequeños y medianos, el despliegue de la conectividad en redes terciarias y la penetración de la red de internet por medio de fibra óptica, son proyectos técnicamente posibles. Pero la dificultad estaría en el cómo, en la propia operatividad de estos planes”, dijo Sebastián Acosta, también magister en Políticas Públicas de la Universidad del Valle.
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El profesor e investigador afirmó que las capacidades de las JAC se tendrían que potencializar y abarcar elementos específicamente técnicos e ingenieriles, de contabilidad y administración, de derecho y asuntos jurídicos.
Así, tanto el Estado en pleno, como el mercado y la sociedad civil organizada tienen que implementar esquemas de gobernanza fuertes que permitan desarrollar capacidades institucionales para hacer realidad las promesas. De cumplirse lo prometido, se empoderará un sector social que ha sido disminuido, discriminado y excluido por todos los actores del poder.
“En la ladera de Cali, entre los años 80 y 90, las comunidades de los barrios Alto Nápoles, Polvorines, Alto Jordán se organizaron para hacer un acueducto comunitario”, dijo como ejemplo el vocero.
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