En la calle no hay lugar para el temor, es la filosofía de cientos de vigilantes, quienes han decidido prestar su servicio a la comunidad. Estas son las anécdotas más increíbles que les ha dejado su labor.
En Cali se estima que hayan cerca de 1.700 vigilantes comunitarios en diferentes barrios de la ciudad, de estos la gran mayoría llevan décadas en ese oficio.
Por esta razón Q'hubo salió ha hablar con algunos vigilantes de la ciudad para que nos contaran su experiencia y anécdotas de cómo es trabajar en una de las ciudades más inseguras del el país.
Bien sea con un bolillo, un machete o un pito, los vigilantes continúan pasando días y noches en vilo para que los demás duerman tranquilos. Todo, mientras se exponen para cumplir su responsabilidad, en medio del agobio de un enemigo invisible.
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