Hace 56 años dos emprendedoras mujeres fundaron en Cali el Colegio Bennett, referente de la educación bilingüe y de la formación de líderes con valores, gracias a su innovadora pedagogía.
Los maravillosos años escolares constituyen una de las etapas de la vida que dejan honda huella en el corazón. Nuestra memoria revive los cuadernos, los salones de clase y el recreo; los compañeros de curso, la ‘teacher’, los deberes y tantas anécdotas y experiencias vividas mientras nos preparamos para enfrentar el mundo.
Y para muchos caleños y vallecaucanos esas imágenes y sensaciones pueden traer a su memoria el nombre del Colegio Bennett, una institución que durante 56 años ha trabajado en la región para formar generaciones de líderes con sólidos principios y valores, éticos, espirituales, morales e intelectuales.
Como la parábola bíblica que enseña cómo de una diminuta semilla de mostaza surge un frondoso árbol, la historia del Bennett, surgió del pequeño sueño de la señora Yolanda Arboleda y de su señora madre, Armida Cárdenas de Arboleda, quienes a comienzos de la década de 1960 se percataron de que los caleños carecían de una institución donde se brindara una inmersión temprana y total en el inglés para su aprendizaje y desarrollo, y que aportara a la construcción de valores y de un pensamiento crítico.

Fue así que el 3 de octubre de 1963 fundaron el Colegio Bennett en una casita del barrio Centenario, con 24 niños para Kinder y 18 para Primero, para convertirse en esa semilla de mostaza que dio comienzo a su fascinante aventura pedagógica.
Yolanda, la líder del proyecto, había llegado con su familia a Cali procedente de los Estados Unidos, donde realizó toda su formación académica y profesional, y con una fe inquebrantable y gran vocación se entregó junto a su madre, a su labor pedagógica y la consolidación de la institución.