El presidente de la compañía Action Aviation, ya había dejado su huella en el mundo de la exploración, siendo conocido por sus impresionantes récords.
Hamish Harding, era un reconocido aventurero y millonario británico. El magnate se encontraba entre los tripulantes del submarino Titán que se perdió en las profundidades del Océano Atlántico. Se sabe que el sumerible y sufrió una implosión de causas aún desconocidas.
Además de su afán por las aventuras extremas, se sabe poco sobre la carrera y la fortuna del director general de esta empresa de venta de jets privados. Sin embargo, se destaca su experiencia espacial, ya que hace un año viajó al espacio a bordo del cohete New Shepard de Blue Origin, propiedad de Jeff Bezos.
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Días antes de la fatídica expedición del submarino, Harding se comunicó con su amigo, el astronauta retirado Terry Virts, compartiendo detalles sobre la misión que tenían planeada: descender a más de 3800 metros para explorar los restos del Titanic, el naufragio más famoso de la historia contemporánea. Según el testimonio de Virts, Harding comprendía los riesgos asociados a esta peligrosa aventura.
Le gustaban las aventuras de alto riesgo
Hamish Harding ya contaba con varios récords en el libro Guinness. En marzo de 2021, se sumergió junto con Victor Vescovo en la Fosa de las Marianas, la parte más profunda del océano conocida hasta el momento. Esta misión se convirtió en la más larga realizada a tal profundidad, con un tiempo de 4 horas y 15 minutos, y la mayor distancia recorrida, alcanzando los 4.600 metros.
Virts destacó la pasión de Harding por la exploración y su entusiasmo por este viaje hacia los restos del Titanic, reconociendo que no solo era un acto turístico, sino que también tenía un importante valor científico. Explicó que los restos del naufragio han experimentado cambios a lo largo de los años y están comenzando a desintegrarse.
La seguridad del Titán es cuestionada
La seguridad del viaje fue cuestionada en los últimos días. Se dio a conocer un informe que revela deficiencias en el diseño experimental y no probado del sumergible Titán. David Lochridge, exdirector de operaciones marinas de OceanGate Expeditions, fue despedido por cuestionar la seguridad de la nave. Lochridge señaló que el ojo de buey en la parte delantera del submarino estaba diseñado para resistir la presión a 1.300 metros de profundidad. No estaba preparada para a los 4.000 metros alcanzados en la expedición.
Mike Reiss fue guionista de televisión que visitó los restos del Titanic en 2022. Él señaló que antes de subir al submarino se firma un documento donde se menciona la posibilidad de la muerte en tres ocasiones. Desde que los restos del Titanic fueron descubiertos en 1985, esta área se ha convertido en un lugar de peregrinación. Esto para buscadores de tesoros y turistas en busca de emociones intensas.
La tragedia del Titán ha generado un debate sobre la seguridad de las expediciones y la responsabilidad de las empresas que ofrecen estas experiencias únicas. La comunidad de exploradores y aventureros espera que se esclarezcan las causas del accidente y se tomen medidas para garantizar la seguridad en futuras expediciones de este tipo.
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