Era actriz porno, pero ahora vive de la fe cristiana


Brittni de la Mora, quien alguna vez fue conocida como Jenna Presley, dirige una iglesia evangélica en San Diego en los Estados Unidos, donde dicta charlas sobre Dios.

Esta mujer estuvo en la industria pornográfica durante 10 años y, cada mes ganaba entre 30.000 y 40.000 dólares (entre 93 y 124 millones de pesos). Aunque en una entrevista con La W le preguntaron qué era más rentable, si el cine para adultos o dedicar su vida a la prédica cristiana, ella evadió la pregunta respondiendo que “el dinero no llena el alma” y lo más importante para ella es su relación con Jesús.

Sobre su cambio de vida, Brittni ha manifestado a varios medios, entre ellos Fox News, que a pesar de que tenía una carrera exitosa en el porno, no se sentía en paz. Para ese entonces, ella se había vuelto adicta a la cocaína y a la heroína, se había contagiado de gonorrea y tenía pensamientos suicidas.

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La exestrella de cine para adultos finalmente dejó la pornografía (en 2012) y conoció a Richard de la Mora, su actual esposo y líder de la iglesia que ahora ambos dirigen. El hombre, con quien contrajo matrimonio en 2016, dice estar “más que orgulloso” de la transformación de su esposa.

A continuación puedes ver fotos de cómo se ve ahora la exactriz porno.

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Italy, you make me feel right at home.

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I live for healthy food! Like this delicious fresh squeezed juice. However, there was a time in my life when eating healthy wasn’t apart of my regimen. In fear of gaining weight, I would deprive myself of much needed healthy calories and then out of starvation would binge on the worst types of foods - cookies, ice cream etc. Many years ago, my health was out of control because my emotional state was also out of control. I began to desire taking good care of myself physically when I got right emotionally and spiritually. The three have a way of weaving themselves together. I meet a lot of people who say they can’t control what they eat.... the truth is, you can! We all can. It’s just that somewhere down the line you experienced heartbreak and rejection and somehow food became a comfort for you. If you want to gain control over what you eat, go back to that place of pain and ask God to heal you. External health often starts first internally.

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