La preocupación de la comunidad incrementa, ya van tres grupos armados se han tomado diez colegios públicos.
Las comunidades de zonas rurales está preocupadas, pues los niños de Antioquia comparten las sillas de su colegio con disidentes de las Farc, el ELN y el Clan del Golfo y utilizan sus lápices para colorear los escudos que representan el dolor de un pueblo.
De acuerdo con una investigación de semana; integrantes del frente 36 de las disidencias de las Farc reparten útiles escolares. Y ademas, se pasean por las aulas de clase con el fusil en el hombro.
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Este hecho se presenta en las zonas rurales de las tres subregiones más violentas del departamento. Donde el silencio es la ley y la muerte la condena: norte, nordeste y Bajo Cauca.
De esta manera, al menos diez instituciones públicas han recibido a los sujetos fuertemente armados.
Seguidamente la investigación relata que cientos de alumnos de Campamento; Angostura y Yarumal fueron convocados por los guerrilleros del bloque 36 para recibir cuadernos y colores.
También les pintaron el rostro con dibujos e hicieron juegos sin soltar el material de guerra que los acompañaba.
En los colegios que están alejados de la zona urbana de San Pedro de los Milagros. Apareció una pareja exigiendo los datos de directivos, profesores y estudiantes para cumplir objetivos. Los cuales están siendo investigados por las autoridades judiciales regionales.
Este es su modus operandi
Al parecer, los cuadernos donados a los niños los estarían comprando con el dinero de extorsiones.
Es decir, las autoridades sospechan que; mientras el Ejército y la Policía tienen un freno para no atacarlos por orden del presidente Gustavo Petro, estarían ganando tiempo, reconocimiento y espacio.
Por otro lado se encuentran los docentes. Los cuales cuentan que tienen terror de estas visitas y no están satisfechos con la seguridad que ofrece la fuerza pública.
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Ante la presencia de los ilegales, solo les queda agachar la cabeza. Más de 300 educadores han denunciado amenazas en los últimos cuatro años.
Paralelamente, avanzan las negociaciones de la paz total y se implementa un cese de hostilidades que ha sido escaso para Antioquia.
Finalmente, el gobernador Aníbal Gaviria le manifestó al Gobierno nacional que no es enemigo del proyecto que tramita. Pero no se puede quedar callado ante las violaciones que tienen lugar en el departamento: persisten los homicidios, secuestros, reclutamientos y extorsiones.
