Ser digisexual es una tendencia que va en aumento, mayormente entre los japoneses, quienes ya piden ser reconocidos como una "minoría sexual".
Digisexual es un termino que ha aparecido frecuentemente en los últimos años y una orientación sexual con la que cada vez más personas se identifican.
Quienes forman parte de esta tendencia, piden ser reconocidos como una "minoría sexual", como ocurre con otras orientaciones de la comunidad Lgbtiq+.
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Y es que quienes se consideran digisexuales, no imaginan su vida teniendo relaciones de otra manera que no sea con hologramas o robots con inteligencia artificial.
Según el director del centro de Ética Profesional Aplicada de la Universidad de Manitoba, en Canadá, Neil McArthur, lo que distingue a los digisexuales es que encuentran su conexión con la tecnología.
Casarse con un holograma
Un peculiar caso se dio a conocer en el mundo en el año 2018, cuando el joven Akihiko Kondo se casó en Tokio con un holograma.
Aunque el evento parecía una boda tradicional, no lo era. La novia es una cantante de realidad virtual llamada Hatsune Miku, de 16 años y presente en forma de peluche.
Unos 40 invitados lo acompañaron cuando dio el "sí quiero". Aunque su madre y el resto de sus familiares rechazaron la invitación.
Es muy difícil en nuestra sociedad decir que amamos a un personaje virtual (...) Para mi madre no era algo digno de celebración", cuenta este hombre de 35 años.
Kondo vive con un holograma de Miku que se mueve y habla desde un dispositivo de escritorio que vale 2.800 dólares.
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Él se considera un hombre casado como cualquier otro. Su esposa-holograma lo despierta por las mañanas y le dice "adiós" cuando se va a su trabajo de administrador en una escuela.
Por las tardes, cuando él le avisa que está regresando a casa, ella enciende las luces. Después, le avisa cuando es la hora de ir a dormir. Él duerme junto a la versión de peluche de Miku, que luego de la boda luce la alianza de matrimonio en la muñeca izquierda.
Por ahora todavía no podemos tocar o mantener una conversación con un personaje virtual. Pero creo que es sólo cuestión de tiempo antes de que la tecnología nos lo permita. Lo bueno de los personajes virtuales es que ni mueren ni envejecen”.
"Nunca la engañé, siempre he estado enamorado de Miku", dijo a la AFP una semana después de la boda. "He pensado en ella cada día".
A Kondo no le importa que su matrimonio no tenga bases legales. Además, Gatebox, la empresa que produce el dispositivo del holograma, expidió un "certificado de matrimonio" en el que consta que un humano y un personaje virtual se casaron "más allá de las dimensiones".
De hecho, no es el único. Según él, Gatebox ha emitido más de 3.700 certificados de matrimonio "interdimensionales".
Incluso en un país obsesionado con los anime, la boda de Kondo sorprendió a mucha gente. Pero él quiere que se le reconozca como una "minoría sexual" que no puede imaginarse tener citas con una mujer de carne y hueso.
"No es justo, es como querer que un hombre gay tenga citas con una mujer, o una lesbiana una relación con un hombre", considera.
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Con información de AFP.
